viernes, 11 de enero de 2013

VIDA Y TRÁFICO


En mi primer día de estancia en la UVI me dio ya mucho que reflexionar sobre varios temas. Uno de ellos es  la vida y los accidentes de tráfico. Sabemos que hay accidentes de  tráfico gracias a la televisión y a los medios de comunicación. Sabemos si han sido graves y si ha habido fallecidos en dichos accidentes. Las campañas de tráfico te pueden advertir y dar una idea acerca de las complicaciones  y las minusvalías que puede provocar un accidente. Pero creo que uno realmente no se da cuenta hasta donde pueden llegar las consecuencias de un accidente. Mucha gente no se da cuenta hasta que punto es peligrosa una máquina como lo es el coche. En un abrir y cerrar de ojos todo lo que uno ha conseguido en la vida se puede terminar. Lo peor de todo, en la carretera, es que dependes también del resto de conductores. Uno puede conducir con precaución y respetar las señalizaciones de tráfico, pero si está en el sitio inadecuado en el momento inadecuado  puede que no sirva de nada. Es el caso de dos jóvenes pacientes de la UVI. Ambos tuvieron sendos accidentes de tráfico pero se vieron envueltos de forma involuntaria. Entrar en la habitación de cada uno y ver el estado en el que se encuentran me dio mucho que pensar. Uno de ellos es un paciente politraumatizado. Diversas facturas en cadera y piernas. Sedado, intubado y con ventilación mecánica. Lleva una semana ingresado, desde que tuvo el accidente. Ver que uno puede terminar en ese estado impresiona y te hace replantearte muchas cosas de la vida. En ese momento uno valora lo que uno tiene y que todo se puede terminar en un abrir y cerrar de ojos, o tardar mucho tiempo en recuperarlo, o no recuperarlo todo. El otro paciente, joven también, padece una hemiplejia derecha. Además tiene una traqueostomía y con ventilación mecánica ya que no tienen la suficiente fuerza para iniciar la respiración. Lleva ingresado varios meses a causa de una atelectasia. Este paciente tuvo el accidente en verano. Uno se hace la idea de lo difícil que puede llegar a costar recuperarse de un accidente. Es aquí donde siento mi utilidad y poder ayudar a estos dos chicos e intentar que mejoren es realmente gratificante para mí. Saber que uno puede participar en la recuperación y evitar en la medida de lo posible las complicaciones resulta enriquecedor para uno mismo. También conlleva aprender muchos cuidados y técnicas de enfermería. Creo que hoy en día hace falta mucha solidaridad, empatía y respeto. Si yo puedo ayudar en algo y esta va a ser la forma en la cual voy a intentar aportar mi granito de arena. Los problemas de salud generan mucho sufrimiento en los propios pacientes y en lo familiares de estos. Pero este tema ya lo trataré otro día.
Sinceramente espero que ambos pacientes puedan recuperarse lo antes posible y les deseo lo mejor. Ayudaré en todo lo que pueda en mi campo de actuación.

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